lunes, 6 de agosto de 2007

Presentación de los tres primeros libros de Carácter, por la poeta y crítica literaria María de la Luz Moraga

(Barrera Calderón)
- Primer Orificio, Ediciones Barrera real, s.l., s.a., s.f.
- Papeles murales y tapices, Ediciones Barrera real, s.l., s.a., 101 páginas.
- Dinero, muerte y un rostro sin cejas, Ediciones Barrera real, s.l., s.a., s.f.

La trilogía que hoy tenemos en nuestras manos y ante nuestros ojos corresponde a una situación mental que irradia arte por doquier. Es una alegoría sostenida en la inmensidad del aire y un salto hacia lo desconocido. La idea es que la palabra del poeta trascienda al lector y revolucione sus sentidos de modo que mientras el primero -medita, nombra, enmascara, curiosea, imagina, controla, amenaza, reconstruye, inventa, recrea, revive-, el otro, se asombra. En esta ocasión mi papel es el de lectora.

La edición de las obras que componen esta especie de paquete poético pertenece al sello Barrera real y se ha omitido en ellas el lugar, el año y el número de páginas con la excepción del folio en Papeles murales y tapices. Primer misterio de gloria. Se elimina Gustavo y se añade Calderón junto a Barrera ambos entre paréntesis. Segundo misterio de gloria. Me une al poeta un largo camino literario y nuestra convicción de que a través de la literatura es posible transgredir los límites de la construcción social en torno a la escritura y a la figura del escritor. Es así como hemos aprovechado al máximo con paciencia, generosidad, amor, humor y cierta dosis de excentricidad, nuestras diferencias de género, de generación y nuestra alucinación por las ideas en la absoluta convicción de que sin ellas no existiríamos. Tercer misterio de gloria.
Sin embargo cabe señalar aquí, de la mano de Pierre Albert Birot, que la verdadera verdad está en el interior de cada uno de nosotros, la exterior es una verdad desabrida y falsa, por lo tanto concluyo que hemos resuelto los misterios antes señalados, o sea, cada cual debe elucubrar lo que se le ocurra.

Gustavo Barrera es un poeta que se mueve en lo que crea con soltura y comodidad, y lo que él crea lo hace caminar hacia delante con paso seguro. Interroga a las palabras en su fuente, se ubica frente a ellas y las enfrenta entre sí, habla el poeta y habla la palabra guardando el velo de misterio que le es consubstancial a toda su obra.
Así es como en Papeles murales y tapices leemos:
No digo nada / miro de reojo / y no digo nada
Asistimos aquí a un trabajo que explora significados heredados, pérdidas, muertes. Surgen a cada momento emociones internas y sugestiones sensoriales que contagian. Hay libros en los / escondites que / cuentan otra historia / dicen que eso que / vivimos no era así / como creímos / que nuestro pasado o / lo que aceptamos / como “nuestras vidas” / nunca ocurrió y que / todo fue / absolutamente distinto / insignificante / desvanecido, mínimo /…

Un hilo invisible maneja al hablante a modo de marioneta y lo conduce al borde del resentimiento. Existe preocupación y miedo a descubrir “más de alguna verdad incómoda” en un lugar que a pesar de ser nuestro –incluso capaz hasta que fuera nuestra casa- nos es ajeno.
Mi cerebro le dice a / una mano imaginaria / que deje de moverse o / que se contraiga / pero en ese instante / una antigua cinta en / blanco y negro / revela que no es mi / mano / sino la mano de un / misterioso personaje: / Mr. Nicola Tesla.
Este personaje que nació en el siglo antepasado fue un inventor con poderes extra sensoriales, un psíquico, un físico, un eléctrico. Se dice de él que iluminó a la humanidad y trajo consigo a este mundo la automatización con propuestas para magnificar los poderes receptivos de los seres humanos. Esta idea siempre ha alucinado a nuestro poeta.
Una imagen que recorre dos de los textos de los poemarios en cuestión y que es otra de las obsesiones del autor es un rostro del imaginario mistraliano “que no tiene cejas ni párpados que mitiguen la angustia”, mientras que en una tercera imagen que ha deambulado también por sus obras desde los inicios, aquellos “cuerpos y objetos / de plástico que / circulan / por el espacio / (donde) nos sopla un hálito frío anticipo de la muerte que nos espera.

Barrera pone en escena la actuación de sus hablantes visibles-invisibles, reales-imaginarios, verdaderos-falsos, que exploran lugares mágico-absurdos en los que se sitúan, desplazan y aúllan desesperados y contradictorios. Es una tristeza tan / grande la de saberse / imaginando formas / muertas / es un horror tan / inmenso porque / algunos ríen / o reflejan emoción en / sus rostros ciegos y sin / cejas / otros sufren con el sol / que se cuela por el / cielo contra ellos / y creen estar enfermos / de algo terrible que les / impidiera felicidad…

En Dinero, muerte y un rostro sin cejas asistimos a una acción de arte que combina poesía y fotografía como estrategia texto-visual con el fondo de un espacio milenario modificado una y mil veces de acuerdo a los caprichos de los interventores de cada época. Con el apoyo del artista y fotógrafo, Manuel Rojas, Barrera parte decidido una tarde al Patio 29 del Cementerio General. Su voz trabaja allí los contenidos verbales, mientras la lente de Rojas registra-congela el momento único e irrepetible de una experiencia artística que ensambla poesía y fotografía a modo de un collage que refleja en un juego de espejos, reivindicaciones de temas que quieren separarse y huir, pero que se enredan en el intento y terminan por confluir y regresar al arte: brujerías, traición, muerte, dinero, fama, olvido, maldición, historia, locura y supercherías.
En una de las tomas, el rostro de Gabriela Mistral emerge de la cabeza cubierta por vestiduras negras de nuestro poeta en un billete de cinco mil pesos. En otra, sus manos escriben sus versos en billetes de mil pesos. Con ese dinero, con un registro poético fotocopiado de un libro y citado como colofón al inicio de la obra, con la exposición a la lente del rostro sin cejas del autor, en la propuesta estética de esta obra pareciera que en el Patio 29 no hay pasado ni futuro, todo el mundo allí está quieto, iluminado con la penumbra del momento presente y nada más. Allí la grandeza y la pequeñez se enfrentan, lo verdadero y lo falso pierden importancia, la magia y la brujería cobran relevancia en un Manual de 10 Instrucciones especialmente preparado para confundir a la muerte desde el Patio 29.

En Primer Orificio subyace un propósito mágico que es persuadir al lector de que es posible transmitir una impresión –basada en una historia que podría ser real, imaginaria o un sueño- sobre una actitud social frente a seres distintos.
Soy mujer de la misma manera en que soy hombre
frenética
con la misma intensidad en todas partes
misma inmensidad en todas partes
extática
aunque sólo yo lo entiendo así
Así, apresados con mis manos hay anos botones de crisantemo para que creas que conoces algo de lo mío

En la obra en cuestión, (Barrera Calderón) nos comunica una nueva experiencia de un conflicto tan antiguo como el mundo, expresa algo que existe en la invisibilidad y nos conduce a ampliar nuestras conciencias para hacernos más sensibles. Subyace el interés de transformar la experiencia y el pensamiento en poesía, por eso ha viajado con su mente al centro de las cabezas de los simios y se ha reencarnado en una psíquica vieja desolada por una tragedia:
soy una psíquica incompleta
soy “la que no ve”

Si una psíquica no ve, ¿qué puede esperar el resto de la humanidad? Sabemos que la escritura de un poema es algo misterioso y que la originalidad poética consiste –valga la redundancia- en una forma original de ensamblar el material más desemejante para hacer un todo nuevo.
Usarán cada orificio de su cuerpo
les dicen cuando nacen como amenaza
o como una promesa de vida solapada

Gustavo Barrera es un poeta que tiene claro lo que le gustaría escribir, lo intenta y lo consigue. De manera consciente y deliberada opta por ir en busca de nuevos horizontes en el camino que conduce a la Poesía.
Esto que intento decir ahora es algo que quiero decir desde hace mucho tiempo
presiento que nacerá una metáfora del mundo…

El lenguaje es una herramienta de manejo difícil. El poeta sabe que -estructura, ritmo y sonido- en este su más reciente cometido literario, son elementos delicados, importantes, decidores, sin embargo él los obvia. La metáfora símbolo es el elemento constitutivo de su poesía y al omitir las cadencias rítmicas y los patrones métricos, Gustavo Barrera pone énfasis en las palabras y su significado.
La primera vez que abrí los ojos experimenté el asombro de una redondez rosada
soy un simio –pienso

Ahora aprovecho que tengo una mano para pasarla por tu cuerpo
para sobar la angustia que hincha tus labios de belleza

Trabajar con la imagen de las cosas –entre la percepción y la alucinación, ayudado por el floripondio- para relacionarlas entre sí por medio de una intuición consciente desde donde surgen temores, odios, amores, esperanzas, soledades y deseos enredados en una necesidad de un sustento mágico y místico es, -en definitiva- poseer una mentalidad mágica.
no conozco a los astutos
no he visto a los audaces
será por eso que soy
la única sobreviviente
la que visitan en pena
los antepasados hasta llegar al simio

aumenta mi tormento
mi fiebre cada noche

Pero más adelante leemos con sorpresa:
Periódicamente y en aumento sentí temores, hablé con los astutos, hablé con los audaces.

En Primer Orificio hay un lamento que es la sensación de una carencia, la carencia de un idioma que permita entendernos con nuestros semejantes.
Yo que soy una psíquica vieja y desolada entiendo ciertas cosas
aunque todas las entiendo a mi manera antigua, cíclicas
primero las siento y luego la sensación se vuelve entendimiento
luego sensación, entendimiento y al final esas palabras
cuando las escriba en mi martirio extático de sacerdotisa
no resultará más que un enigma que nada les dirá a ustedes

Hace mucho tiempo, el poeta Humberto Díaz Casanueva sostuvo que el hombre mágico tiende a protegerse y puede neutralizar las fuerzas malévolas, puede captar los poderes milagrosos para que lo ayuden a la realización de sus deseos. Con Gustavo Barrera estamos seguros que de la mano de la poesía esto es aún más posible.

María Luz Moraga Espinosa
Taller Sol
Barrio Brasil,
Santiago, 2 de agosto 2007

Barrera Real, la más real de todas.


Comentario sobre Carácter, tres libros y un conjuro.

Carácter (Ka-ro-ko-te-ru) es un conjunto de tres libros de poesía y un conjuro. Es un giro amanerado del estilo Ero-guro-nan-sensu (erótico, grotesco y sin sentido), tan popular a partir de MCMLX. Nace de la necesidad de expresar mi preocupación por la belleza de las maneras. La belleza es lo único de lo que puedo hacerme cargo. Como no puedo evitar mi muerte, sólo puedo encargarme de que ésta ocurra de una manera hermosa, y lo mismo puede hacerse con la vida. Ya alcanzado por la primera de las infalibles estocadas de la muerte, imagino estos libros como el inicio de una caída en cámara lenta de luminoso histrionismo. Como el inicio de una agonía semejante a la de un ave encantada, que libera al viento sus bellas y delicadas plumas, yo he comenzado la liberación de estas páginas.
Primer Orificio recobra la pulsión de la poesía órfica (principalmente la contemporánea, de la Golden Dawn, y la del resurgimiento de Thelema en Sicilia central). Es el primero de los libros de poesía, y exhibe en sus páginas la desesperación y la expansión alucinante de una psíquica, una mujer anciana encerrada en una caverna, quien ahogada por los vapores de la roca, logra experimentar a la distancia, las emociones e impulsos eróticos y sociales de un grupo de simios, habitantes de un mundo lejano sobre las ramas de un árbol. En esta conexión mental, fascinada, extática, nuestra psíquica inicia un viaje hacia el enorme despliegue de orgasmos y viscosidades, orificios, apéndices y cáscaras de la vida en forma de plantas, insectos y vertebrados hasta llegar al simio. Se lamenta, se enfurece, ríe y sufre accesos de tos, hasta que comprende que la promiscuidad en el ejercicio de la forma, por parte de la vida, es el mayor signo de iluminación que hay en ella. Papeles Murales y Tapices es el segundo libro de poesía. Es una reflexión acerca de la necesidad de la poesía como generadora de fenómenos e imágenes que ayudan a ampliar la percepción. Es una especie de opuesto o lado oscuro de La poética del espacio de Gastón Bachelard. El personaje que narra o padece el horror del universo al interior de este libro, es una miniatura del fundamental, pero poco conocido físico Nikola Tesla. La miniatura del físico, recorre el interior de la miniatura de una casa con características particulares. Es una casa donde el diseño floreado de papeles murales y tapices vibra de tal manera que introduce en cada giro, en cada engarce de una flor con otra, al espectador, en un vértigo que revela la compleja e infinita composición del instante. En la casa, la estructura vibratoria, la electricidad, el magnetismo, la superficie y lo decorativo son puertas de entrada a las profundidades, lugares de vinculación inmediata de lo pequeño con la inmensidad, donde todo parece aumentado en la obsesión por el detalle. Agobia la manera en que el color se adhiere a la materia. De la misma manera, el descubrimiento del modo en que un recuerdo se vincula al siguiente y al momento actual se vuelve una tortura. Mori Mari Monogatari es el tercer libro de poesía. Toma la estructura del Monogatari, un formato de la tradición literaria japonesa, que por definición es un texto de largo aliento que puede ser escrito en verso o prosa, y que versa sobre la vida de personajes vivos o muertos, pero a diferencia del poema épico, en el Monogatari no son relevantes las hazañas ni los hechos históricos. Ni siquiera es relevante si lo que se cuenta es falso, lo único que importa es el desarrollo de una tensión psicológica. Éste Monogatari versa sobre Mori Mari, y está escrito en primera persona como una autobiografía apócrifa. Mori Mari fue una escritora japonesa de mediados del siglo XX, quien siguiendo una vasta tradición temática de su país, escribió sobre el amor erótico entre hombres, tal vez motivada por la admiración hacia su padre, también escritor, Mori Ogai, quien experimentó durante su vida la inspiradora pasión por los hombres. Actores y bailarines recorren las páginas de este libro, que plantea como principal subtexto que la belleza natural no existe, sólo es posible que la naturaleza se vuelva bella por la intervención del hombre, porque es dentro de él donde ésta reside. Tal vez por esta misma razón, el amor erótico entre hombres, calificado por la religión como antinatural, es que irradia de manera tan intensa su particular belleza. El cabello, la tinta, el maquillaje, los abanicos, los biombos, los colores rojo, blanco, negro y dorado, abundantes en determinadas culturas, como la japonesa o la andaluza, tiñen también de belleza las páginas de este libro. Dinero, muerte y un rostro sin cejas cierra la secuencia. Es el instructivo necesario para realizar un conjuro, que tiene la finalidad de engañar a la muerte. El conjuro se elabora a partir de tres versos de Gabriela Mistral, conocida conocedora de la muerte: Se le olvidó la muerte inolvidable. Como un paisaje, un oficio, una lengua. Y a la muerte también se le olvidó su cara, porque se olvidan las caras sin cejas. También el dinero está involucrado en el conjuro, por la paradoja de la presencia del rostro de la Mistral en la imaginería del papel moneda ¿Por qué asignar simbolismo al dinero en el territorio de los muertos? ¿Coincidencia? Ciertamente no. Junto al instructivo, se enseña mediante fotografías, la ejecución del ritual, realizado a modo de ejemplo el día del solsticio de invierno de MMVI, en el patio XXIX del Cementerio General. La muerte es la figura central o personaje de este conjuro, que toma forma de libro, por ser precisamente su figura femenina, uno de los íconos de mayor carácter. La premisa que guía este proceso es el pragmatismo imprescindible de todo ritual (entendida la vida como ritual y la muerte como máscara del carácter, límite entre la máxima expresión del carácter y la caricatura): son procedimientos azarosos realizados de una manera correcta, cuya efectividad sólo ha podido demostrarse a través de la práctica reiterada.
En fin, la necesidad de crear un conjunto con estos cuatro elementos, (Primer Orificio, Papeles Murales y Tapices, Mori Mari Monogatari y Dinero, muerte y un rostro sin cejas) la cuaternidad, que es en realidad una tríada ampliada, o esquema de tres dimensiones más el tiempo, son condiciones que no requieren mayor explicación. El carácter, la manera y la intensidad de la manera en que la realidad ocurre o es pensada, queda claro, son asuntos que no son ajenos a esta obra.

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